A letter from Sep 25, 2024

Dear FutureMe, ¡Hola! Tengo otras cartas programadas para ser enviadas, pero esta quiero escribírtela de manera excepcional, tómatela como un regalo. Pensaba hacerlo para que llegara en navidad. Al final he elegido esta fecha porque creo que te dará ánimos, estés haciendo lo que estés haciendo. Hoy quiero recordarte un sentimiento que hoy ha vuelto a mí, aunque no lo esperaba. El de sentirse completamente viva. Leer un libro y que te enganche (comentándolo en voz alta, porque sabes que es la mejor manera de hacerlo), descubrir una canción nueva, escribir sabiendo hacia dónde os dirigís (tus personajes y tu), o sin saberlo, y que al final descubras un camino maravilloso. Hoy he escuchado la canción del soundtrack de El club de los incomprendidos, y he saltado cantando y sonriendo. Es el sentimiento de la adolescencia, de ser absolutamente joven y estúpido, incomprendido y exactamente igual que el resto. Y aún todo eso, muy reconfortante. Quiero que seas así de feliz, incluso cuando las circustancias no ayuden, porque en este caso a mí, no me ayudan. No dejes que la tristeza te absorba nunca. Haz cosas. Sigue corriendo. No pares y no mires atrás por nada. Escríbelo todo y recuerda, pero NO TE ATES AL PASADO. Lo cierto es que ahora me cuesta, porque no se lo que sucedera en el tiempo que nos separa a tí y a mi, y no pinta bien. Lo que más quiero es marcharme, huir de todo y que nadie me pregunte el porqué. Pero no confío en que lo hayas hecho, no confío para nada. Perdón por no confiar en ti. Creo que las cosas habrían sido diferentes si lo hubiera hecho. Quiero aprender a perdonarme, ¿puedes perdonarme si no lo has hecho ya? ¿Te sientes como la canción de orange juice de noah kahan? Te quiero. Lo siento por todo. Me encantaría que pudieras hablar conmigo y no solo yo contigo. Aunque si pudiera elegir, también querría hablar con la Alba que soñaba con huir de todo hace unos años. Cuántas palabras se han quedado sin decir. Disfruta de la vida, estés en Burgos, en Valencia o en Valladolid. (o en Cuenca, el caso es disfrutar)