A letter from September 23rd, 2020

Querida Sol, Espero que cuando leas esto ya hayas viajado nuevamente a Cusco con tus amigas del colegio (ya sabes, con las que prometieron volver en 5 años, los cuales por medidas realistas se convirtieron en 10) no necesariamente hospedadas en un resort, pero sí en un hotel con agua caliente y señal wifi estable. Espero hayan llevado alguna cámara de alta resolución para sacarse fotos decentes y sin filtro, no como en el 2015 (cortesía de B612). Espero hayas llevado una bolsa de viaje considerable que te haya permitido comprar recuerdos selectos para tus familiares y seres queridos, y no hayas caído en los recuerditos de s/1.50 (imanes o llaveritos). Tampoco creo que hayas olvidado comprarte una llama de peluche que siempre añoraste o unos guantes lindos de baby alpaca (espero que en 2025 ya no esten tan caros como en 2015, cosa improbable). Espero hayan vuelto a un karaoke en Aguas Calientes a cantar Wonder Walls y tomarse un Machu Picchu mientras alientan a Skar a sacar plan con su gringo el cual está tan ebrio como para recordar que está entrando al baño de mujeres. Espero hayan disfrutado de la lluvia/ducha que cae por las noches mientras vuelven al hotel cantando canciones de antaño y despiertan a huéspedes malhumorados que los mandan a la mierda. Ojalá tampoco hayas olvidado comer tus anticuchos de alpaca en algún mercadito o tomarte una linda foto en la plaza principal. Espero hayas podido disfrutar de la vista mañanera en alguna azotea de un hotel en Aguas Calientes mientras tomabas tu desayuno y chismeabas con tus amigas sobre que harían ese día, y antes de ello hayas madrugado y salido a correr con Galy respirando aire puro de la zona. Ojalá no hayas olvidado comprar tu quesito con choclo antes de continuar con algun tour que exigía resistencia física al subir escaleras interminables para ver la cara de algún inca. Espero no hayas repetido tu casi muerte en el santuario de Machu Picchu porque no creo que esa vez vaya a haber algún ángel que te sostenga y una francesa que te diga Precaution. Espero en el aeropuerto hayan tenido tiempo suficiente para sacarse fotos y no para perder el equipaje, pero sobretodo Sol, espero no hayas llevado puestas unas botas con hebilla de metal que tu mamá te haya obligado a comprar, peor, que parezcan de esquimal, ojalá hayas llevado ropa con la que te sientas cómoda y tengas un laceado espectacular y hayas llevado tu chicle para pasar saliva antes del despegue y no se hayan tapado tus oídos. Al llegar a Cusco Jeni y tú no hayan comido porquerías grasosas que les fregaran el estómago y se sumaran con el soroche. Espero cada una haya tenido su cama o al menos se hayan turnado con alguna que se quedó sola en otro cuarto de forma justa. Espero no te hayas peleado con Dayana por la ducha caliente y no hayas confundido la mantequilla en bolita con causitas limeñas. Espero hayas comido platos típicos de la región y no te hayas metido tu pollo a la brasa como otros giles de promoción. Espero no hayas olvidado tu foto en tu asiento al lado de la ventana del avión, bajando del avión e informarle a tu mamá que llegaste viva. Ojalá el tren no haya estado muy lleno cuando fueron a Aguas Calientes y hayan visto a los influencers pasar en el Hiram Bringham tomando su vino blanco con música en vivo y mozos a su disposición mientras ustedes estaban con una llama en el portaequipajes. Por favor realmente espero que no te hayas olvidado de ir temprano a Machu Picchu para que hayan tenido el tiempo suficiente de tomarse la foto característica de cualquier viajero que llega allí. Espero que te hayas divertido Sol, y por favor todas tus capturas de esos bellos momentos de frente a la nube, porque ya sabemos como terminan si quedan en un USB lleno de grasa en los escombros de tu cuarto. Te quieroooo. Atentamente, Sol desde su humilde camarote en el lejano 2020 (año del Covid).