A letter from August 12th, 2020

Hola gordi. El 12 de Agosto del 2020, año terrorífico debido al Coronavirus, decidí mandarte esta carta por un vídeo que vi en TikTok. Pensé que sería buena idea enviarla y que llegara en las fechas exactas en las que nos encontramos, para cerrar un ciclo completo de dos años. Ahora mismo tengo 22, aunque voy a cumplir 23 en diciembre, espero que los próximos 28 no te estén afectando mucho ❤️ Este año ha sido un año un pelín duro, no tanto en lo familiar ya que no ha habido ningún problema, ama, aita, la tata, amama y las tías están bien aunque sí que ha habido algún susto que otro. En cuanto al terreno sentimental... Ahí la vida me ha dado fuerte en varias ocasiones. Empecé el año sin saber bien qué necesitaba ni dónde debía buscarlo. Comencé a pocos meses de mi primera ruptura amorosa, en la que no tenía claro qué hacer. Por aquel entonces Naroa ya no quería nada conmigo: le hice muchísimo daño. Estábamos en un punto en el que a penas podíamos vernos, o más bien yo a ella, ya que se me caía el mundo encima al pensar en todo lo que había perdido por puro orgullo y de ansiedad, y que probablemente jamás volvería. Hablaba con Laura desde hacía unos meses y recuerdo lo duro que fue para ella el mes de Febrero, cuando su aita murió de cáncer. Una vez más: no estuve cuando ella me necesitaba. En el 2020 trabajaba en Arenal y no es que tuviera mucho tiempo libre ya que pasaba las tardes metida en esa tienda, pero las noches de 9 a 11:30 y los Domingos, iban íntegros para ella. Después de dar a entender que no quería seguir quedando con ella, y que ella más tarde tampoco quisiera debido a lo ocurrido con su padre, me sorprendió una noche, semanas más tarde, invitándome a coger algo de cena y yendo a nuestro sitio. Pensé que aquello era una quedada de amigas, pero encima de esa piedra, me abrazó tan fuerte contra ella que mi mente se nubló de confusión. Más tarde me dijo que le hubiera gustado haberme besado en aquél momento. Un 17 de marzo lo hizo por fin, en el mismo sitio, dentro de su coche, invitándome a mirar las luces al fondo y fijándome en como parpadeaban. Todo era a propósito, con la intención de distraerme antes de hacerlo. No miento al decir que por aquél entonces estaba mejor que nunca, y que gracias a ella pasé uno de los mejores meses que puedo recordar. Poco duró ya que en abril nos confinaron en casa y que pasé casi dos meses sin verla. En el trabajo nos dijeron que iban a cerrar esa misma tarde, un viernes y pasamos juntas todo el día siguiente, sabiendo que sería el último en mucho tiempo. Nunca me atreví a decírselo, pero creo que jamás en mi vida había querido a alguien tan rápido y tan bien. La cuarentena fue dura y no supe gestionar mis emociones. Una vez más, volví a perderla y esta vez para siempre. Una vez acabado el toque de queda y las distancias entre provincias, sentí que ya no estábamos igual, todo se resumía en un cúmulo de cosas que me llevaron a estar insegura: la vuelta a la "nueva normalidad" la cual era aterradora, la vuelta al trabajo, el cual me dejaba libre un único día a la semana, el miedo a que al verme no sintiera lo mismo por mí y la ansiedad que todo eso suponía. Ojalá la hubiera abrazado aquel día, sabiendo que sería la última vez. Ojalá hubiera gestionado todo un poco mejor. Ojalá hubiera dejado que fuera ella la que me sanara de todo aquello. Cuando quise explicar lo ocurrido, estaba saliendo con su mejor amiga. No creo que nunca nadie me haya hecho tanto daño internamente sabiendo lo frágil que soy, y sabiendo lo mucho que me costaría recuperarme de aquello. Mi autoestima subió y después bajó como la marea al enterarme de que mientras estaba conmigo, ya tenía sentimientos por otra persona, por muy camuflados que estuvieran. Todavía me estoy recuperando de ella. En Septiembre empiezo un grado medio de peluquería, el que voy a estudiar con Naroa. Ya no tengo sentimientos por ella, ni ella por mí, somos amigas y de vez en cuando quedamos para hacer planes. Me alegra que siga en mi vida. También me estoy sacando el carné de conducir aunque me está costando un poco, soy poco constante y me lío bastante con los temas... Espero que el curso haya salido bien, que haya hecho amistades nuevas y que no haya perdido las que ya tenía. Que tal vez alguien haya aparecido en mi vida para robarme el corazón, y que si no ha sido así, no me preocupe, ya llegará. Espero que todos estén bien, espero que mi amama siga aquí para cuando lea esta carta. Espero que esta mierda del covid se haya acabado, que todo vaya bien de nuevo, que no me falte de nada, que la haya superado, que pueda decir que soy feliz, que pueda levantarme por la mañana y tenga el valor de decir: lo conseguí. Espero que hayas conseguido todo lo que te has propuesto durante estos años. Espero que no hayas dejado que nadie más te pisotee. Me muero de ganas por saber de ti. Espero ansiosa a nuestro reencuentro. Te quiero ❤️