A letter from August 1st, 2020

Querido Juan, Son las dos de la mañana y no tengo sueño, pero también tengo miedo de dormir porque llevo días soñando contigo y me da miedo encontrarme de repente con el reflejo que tengo de ti. A veces me siento muy sola, me siento tan sola que terminó divagando sin rumbo por mis pensamientos confusos. Me doy cuenta que mi cabeza está destrozada de tanto odio que me tengo por los errores y decisiones que no supe tomar bien. En mi cabeza todo parece no tener un orden coherente y sin lugar a dudas, tú te has perdido en algún lugar de mi subconsciente, dónde está mi imaginación y constantemente me hace sentir la piel chinita con la sensación de que estás cerca. Realmente deseo hablarte, me gustaría escribirte y contarte miles de historias chistosas en las cuales me hubiera gustado que fueras participe, pero un día me desperté y entendí que el cariño abrumante que te tengo puede ser simplemente el deseo de cumplir mis sueños juntos a los tuyos. Mi intención no es molestarte, solo desahogarme un poco. Creo que estamos en caminos demasiado distintos y Dios o la vida decidió que así fuese. Realmente no se si pueda ofrecerte mucho porque soy insegura, torpe y algo infantil. No tengo nada más que darte que mi más tierno amor. P.D.T: ahora tengo brackets y me gustaría que hicieras un chiste sobre eso, aunque jamás logres verlos. (01/08/2020)